En líneas generales podemos decir que la cantidad de alcohol que pasa a la leche materna es baja, “siempre que se tome con moderación”, aunque puede cambiar el sabor y el olor de esta, y en consecuencia, el bebé, puede rechazar el pecho.
Estudios realizados, demuestran que la cantidad de alcohol que pasa a la leche es la misma que la que pasa a la sangre. Y que los niveles más altos de alcohol en la leche materna, son entre los 30 y 60 minutos después de haber consumido alcohol, por ello si se ha ingerido algo de alcohol es conveniente esperar al menos 3 horas para amamantar a nuestro bebé y en ningún caso exceder de 0.5g/Kg de peso corporal materno.
También se ha demostrado científicamente, que la ingesta de grandes cantidades de alcohol, reducen la cantidad de leche materna producida por la madre.
Esta claro que las madres que han optado amamantar a sus bebés, lo ideal seria no probar ni una gota de alcohol durante toda la lactancia, aunque tenemos que reconocer que la toma de alcohol de forma esporádica y en pequeña cantidades la podemos dar por tolerada. Sin embargo en grandes cantidades, el alcohol pasaría al bebe por la leche y debemos decir que los bebes no son capaces de metabolizar el alcohol tan rápido como los adultos.
Por lo cual desde Mi Nene y Yo aconsejamos no realizar ingesta de alcohol durante la lactancia materna, y recordaros que los grandes beneficios que aporta la leche materna al bebé, hace insignificante los pequeños sacrificios que las madres tenemos que hacer para ver crecer a nuestro bebé sano y feliz.
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