A la lactancia materna, la podríamos denominar un proceso de oferta y demanda, es decir, mientras más leche le damos al bebé, más leche produce la mama. Por ello es importantísimo dar al menos 8 tomas al bebé a lo largo del día, y empezar a dar el pecho nada más nacer, para que ese mecanismo se ponga en marcha.
Para hacer que la producción de leche materna sea abundante, lo primero que debe hacer la mamá, es calmarse y serenarse, sobre todo si es primeriza, ya que es fácil acumular nerviosismo al dar el pecho por primera vez al bebé. Sin embargo el nerviosismo y la ansiedad, son malos aliados, pudiendo disminuir considerablemente la producción de leche materna.
Otro factor que contribuye de forma negativa en la producción de leche es el estrés, afectando a la oxitócica, que es la hormona encargada de regular la lactancia. Por lo cual no es necesario decir, lo importante, una vez en casa, el descanso de la mamá, para lo cual, ha llegado el momento de pedir ayuda a nuestra pareja o familiar cercano, por lo menos en los primeros días de lactancia.
Otro consejo importante, para producir el máximo de leche, es intentar no realizar ningún esfuerzo físico, permaneciendo tumbada junto al bebé y descansando cuando el bebé duerma y amamantándole cuando nos los pida, ya que mientras mas leche tome el bebé, más leche producirá la madre.
En conclusión tienes que amamantar a tu bebé al menos 8 veces al día, relajarte, con una ducha de agua caliente o templada, masajes, lectura, etc. Debes dormir, cuando duerma tu bebé, para que puedas descansar y estar alerta cuando el despierte y te pida su preciado alimento, la leche materna.
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